sábado, 2 de enero de 2010

La Toma de Granada.

La Toma de Granada el 2 de enero de 1492 supone el fin de la Reconquista cristiana de la península por parte de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, proceso histórico de larga duración que había comenzado en el siglo VIII.

La noticia de la Toma de Granada fue celebrada con festejos en toda Europa: en Roma se celebró una procesión de acción de gracias del colegio cardenalicio; en Nápoles se representaron dramas alegóricos de Jacopo Sannazaro, en los que Mahoma huía del león castellano; en la Catedral de San Pablo de Londres, Enrique VIII hizo leer una elogiosa proclama:

Este hecho acaba de ser consumado gracias a la valentía y a la devoción de Fernando e Isabel, soberanos de España que, para su eterna honra, han recuperado el grande y rico reino de Granada y tomado a los infieles la poderosa capital mora, de la cual los musulmanes eran dueños desde hacía siglos.

La Guerra de Granada es el nombre con el que suele conocerse el conjunto de campañas militares que tuvieron lugar entre 1482 y 1492, durante el reinado de los Reyes Católicos, en el interior del reino nazarí de Granada (territorio que comprendía básicamente las actuales provincias de Málaga, Granada y Almería). Culminaron con la rendición negociada mediante capitulaciones del rey Boabdil, que a lo largo de la guerra había oscilado entre la alianza, el doble juego, la contemporización y el enfrentamiento abierto con ambos bandos.

El enfrentamiento entre Cristianismo e Islam dotaba al conflicto de un rasgo inequívocamente religioso, que la implicación vigorosa del clero se encargó de remarcar, incluyendo la concesión por el papado de la Bula de Cruzada. Cuando, terminada la guerra, el propio papa sea el valenciano Alejandro VI, de la familia Borgia, Isabel y Fernando recibirán el título de Católicos (1496), en un reconocimiento del ascenso de España como potencia europea homologable.

También puede decirse que como proceso histórico, el avance territorial no se detuvo con la toma de Granada y continuó de hecho durante el siglo siguiente, al continuar existiendo las fuerzas sociales que alimentaban esa necesidad expansiva. Esa expansión pudo verse en el exterior que, junto a los azares dinásticos que reunieron diversos territorios europeos, formó lo que se terminará conociendo como Imperio español: la simultánea conquista de las Islas Canarias, y la posterior Conquista de América (descubierta el 12 de octubre de 1492, en la expedición prevista en las Capitulaciones de Santa Fe firmadas por Colón y los Reyes frente a la Granada asediada); de la toma puntual de plazas del norte de África; además de la conquista del Reino Cristiano de Navarra en 1512.

La protocolaria entrega de las llaves de la ciudad y la fortaleza-palacio de la Alhambra se sigue conmemorando todos los años en esa fecha con varios actos finalizando con la tremolación del pendón de la ciudad desde el Ayuntamiento, siendo festivo de ámbito local y considerándose como el día de la ciudad.

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