lunes, 7 de junio de 2010

El ministro de Fomento se plantea la utilidad de las diputaciones provinciales.

En una entrevista concedida a Vocento José Blanco realizó las siguientes declaraciones:

-Ustedes pusieron en la mesa 11.000 millones de euros adicionales para sacar adelante la financiación autonómica el año pasado y ahora dicen que hay que recortar 15.000 millones.

-Las matemáticas no son así. Ha habido una caída de la recaudación espectacular de las comunidades y si no hubiera sido por esta reforma hoy tendríamos que tomar mecanismos extraordinarios para financiar su Sanidad y Educación. Sobre lo que sí se puede reflexionar es sobre nuestro modelo de la administración, dónde pueden darse duplicidades y si hay entidades que se pueden suprimir. La pregunta que uno puede hacer es: ¿Tiene sentido en una administración tan descentralizada que sigan existiendo las diputaciones provinciales? ¿Tiene sentido que haya tantos miles de ayuntamientos tan dispersos, que no tienen prácticamente capacidad de invertir y cuyo único gasto es el gasto corriente? Estas son las reflexiones de verdad. En el debate político nos hemos acostumbrado, lamentablemente, a hablar de chorradas en lugar de hablar de las cosas de fondo.


Seguro que estas declaraciones traerán cola a lo largo de esta semana.

En mi opinión no le falta razón a la hora de plantear una reflexión sobre la administración en España que suponga un ahorro a las arcas públicas pero considero que yerra en el enfoque del problema. La duplicidad de la que habla se produce entre la administración central y la autonómica que es el autético agujero negro del modelo español, no las diputaciones provinciales que si bien ahora pueden parecer inútiles serían plenamente eficaces sin autonomías de por medio. Yo me preguntaría: ¿Tienen sentido 17 presidentes con sus respectivos equipos de gobierno, parlamentos, consejerías, etc...? ¿Tiene sentido que existan consejerías autonómicas paralelas a los ministerios?.

En Grecia han recortado drásticamente el número de ayuntamientos, de 1.034 han pasado a 355 de forma que todo ayuntamiento tenga un mínimo de 10.000 habitantes. En España tenemos más de 8.000, en ese sentido estoy totalmente de acuerdo.

Puede parecer contradictorio que en un blog donde se reivindica la posibilidad de una nueva autonomía se abogue por la supresión del sistema autonómico pero al fin y al cabo ambas cosas nos llevarían a lo mismo, acabar con el centralismo sevillano en esa autonomía llamada Andalucía.

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