miércoles, 30 de junio de 2010

A vueltas con la Caja única.

La Junta ataca de nuevo con su idea de Caja única en Andalucía forzando la unión de Unicaja y Cajasol con la intención de que ambas cajas pujen juntas por Cajasur, y lo peor es que en esta ocasión los partidos se han puesto de acuerdo, lo que facilitaría el proceso fuera del cual puede quedar Cajagranada sumida en un proceso de fusión fría con cajas levantinas que sin duda beneficiaría más a la caja granadina que unirse con las otras tres andaluzas. Y es que se está obviando un aspecto fundamental.

Si todas las cajas andaluzas se fusionan, ¿cuántas sucursales van a tener que cerrarse?, ¿cuántos puestos de trabajo se van a perder?. Si Cajagranada tiene solapadas 336 oficinas con Cajasol y Unicaja sin contar Cajasur -en su actual fusión fría sólo se solapan 19- pensad cuantos solapamientos se producirían en caso de juntar todas las cajas andaluzas. El presidente quiere contar también con el apoyo de los sindicatos y espero que estos defiendan realmente a los trabajadores porque con más de un millón de parados Andalucía no puede permitirse el lujo de dejar en la calle a cientos o incluso miles de empleados de las distintas sucursales. Las tres entidades (Unicaja, Cajasol, Cajasur) suman 13.000 empleados y 2.300 sucursales.

Por otra parte estaría la polémica que dio al traste con el proceso en el primer intento de crear una caja única andaluza que ahora hasta ha sido bautizada como Caja Andalucía. ¿Dónde se ubicaría su sede?. Esto es como mentar la bicha en el clima de consenso y buenismo que parece reinar actualmente pero no olvidemos las discusiones entre políticos que levantó el tema cuando empezó a barajarse la posibilidad por el entonces presidente de la Comunidad, Manuel Chaves.

Y es que las realidades de las dos grandes cajas andaluzas son distintas. Málaga no puede consentir perder la sede teniendo la entidad más fuerte y Sevilla no va a pasar por renunciar a la misma por aquello se ser la capital. Os dejo unos datos comparativos publicados ayer en Sur.

La idea de formar una gran caja andaluza con Unicaja y Cajasol parece que se va abriendo paso a velocidad de vértigo en los cenáculos políticos. Y, además, se da prácticamente por sentado que ambas parten de unas condiciones de igualdad. Sin embargo, hay hechos que no hay que perder de vista, porque las realidades económicas entre ambas entidades son muy diferentes. Sólo hay que acudir a los datos de cierre del año pasado para detectar que no se pueden hacer planteamientos en condiciones de igualdad. Por un lado, Unicaja presenta un activo total de 34.200 millones de euros, frente a los 28.200 millones de Cajasol. La caja malagueña tiene una tasa de morosidad del 2,8%, mientras que en la sevillana se dispara al 6 %. En cuanto al índice que desvela la cobertura de la citada morosidad, en Unicaja es del 157%, mientras que en Cajasol es del 52,3%. En relación al patrimonio neto de ambas sociedades, en Unicaja está cifrado en 2.908 millones de euros, más de mil millones que el de Cajasol, que se queda en los 1.891 millones de euros. Por último, hay una gran diferencia en los beneficios antes de impuestos que tienen ambas cajas. La malagueña presenta por este concepto una ganancia de 234 millones de euros, frente a los 95,1 millones de la entidad sevillana. Con estos datos, parece claro que a la hora de plantear la fusión de las dos grandes cajas de Andalucía o una oferta conjunta por Cajasur se tienen que tener en cuenta que, efectivamente, no parten en las mismas condiciones. Sólo de esa manera habrá posibilidades reales de llegar a un gran acuerdo.

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